El tema del sexo, o más correctamente, de la sexualidad, es aún y pese a que queramos negarlo, un tema tabú en nuestra sociedad. Cierto es que se ha avanzado y se puede decir que hoy en día se puede hablar con una relativa “normalidad”, pero... del dicho al hecho...
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Me explico: pongamos por ejemplo una reunión familiar o de amigos. En la sobremesa suele ser habitual tratar de diversos temas, y entre ellos suele salir el sexual, eso sí, oculto muchas veces entre chistes y sarcasmos, y otras muchas en tono de crítica a terceros: “Pues, mira la hija de Fulanita, que cada noche se va con uno”, “Pues anda que la de Menganita, que creo que se acuesta con su novio en casa de sus padres, menuda desvergonzada”. En los dos ejemplos se habla de mujeres... porque los hombres parece ser que fuimos indultados hace mucho tiempo. Es más, se alaban todas nuestras hazañas, menudos machotes estamos hechos... Y, por supuesto, esto es un reflejo del trato de los padres hacia sus hijos dependiendo de su género.
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La tónica general suele ser proteger a las hijas de las “maldades” del sexo y animar a los hijos a que se liguen a toda hembra que se les cruce por delante... ¿No se darán cuenta que para los hijos de los demás sus hijas se incluyen dentro de ese grupo de hembras?. Se ve que no... Pero es que, vamos a ver, ni una cosa ni la otra. Ni las chicas tienen que hacer oposiciones a monja ni los chicos tienen que tener un amor en cada puerto (o en cada pub, en su defecto).
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Lo primero que deberíamos plantearnos es una buena educación sexual, y no me refiero a “dejar que los niños vayan a las charlas del cole”. Me refiero a una educación desde la base, lo que implica educar no sólo a los niños y jóvenes, sino también a los padres, que son los primeros y principales educadores de sus hijos. Por supuesto, esta educación partirá de la premisa de una mentalidad abierta y tolerante, intentando eliminar mitos, creencias y tabúes que dan una visión negativa de la sexualidad, que es algo natural y positivo siempre y cuando se dé en un marco de respeto. Posiblemente será entonces cuando empiece a cambiar la visión sesgada que aún hoy persiste de la sexualidad.
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Pero, es que hoy en día hablar de sexo es tan normal como hablar del tiempo qué hace o de lo que vamos a comer. Es tan normal tan normal que hace ya tiempo que nuestros usos y costumbres sexuales han salido de la habitación para convertirse en tema de conversación tomando un café, con los compañeros de trabajo, en el súper o incluso cuando ellas se van tranquilamente a depilar.
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Me contaba el otro día una amiga que se fué a depilar y entonces la dice la esteticién o señorita “¿te quito todo el pelo del pubis?". Y la dijo: “No por dios que no creo que pueda sorportar tanto dolor”, y va y la dice ella: “pues te lo deberías quitar todo, como una Nancy, porque a los hombres les gusta todo depilado. Es que así se puede chupar mejor, no nos vamos a engañar ni a andar con rodeos, ¿verdad?".
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Al rato me dice que la espetó: “voy a hacer un curso de sexualidad masculina porque quiero aprender a dar más placer a los hombres, saber qué les gusta en la cama y dárselo". Y la preguntó: "a ver, tú misma ¿sabes cuál es el punto G masculino? ¿a que no?". Y ella la dijo que en el caso de su marido es el estómago, pero no por que le guste que le aprieten el estómago mientras lo hacen, no, es que lo que a él le gusta es comer. Y la señorita la dice: “Pues te equivocas. El punto G masculino es el culo, lo que te digo. Lo que hay que hacer es meterles a los hombres un dedo en el culo cuando están haciendo el amor, aunque digan que no... Porque dicen que no porque tienen miedo a parecer gays pero en el fondo les encanta”. Me dice mi amiga que cuando llegó a casa y le contó a su marido la conversación con la depiladora a él le pareció lo más normal de este mundo y le llamó reprimida por asombrarse.
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Pero es que al día siguiente la sucedió otra cosa y me siguió contando; Resulta que va a la Farmacia y la pregunta la farmaceútica si puede hacerla una pequeña consulta. Y mi amiga dice que si y la otra la pregunta que cada cuánto hace ella el amor. Porque estaban haciendo una encuesta para una marca de preservativos y si le contestaba la regalaba una caja de unos preservativos especiales sabor mora. Y mi amiga la responde que no hace el amor nunca porque tiene cosquillas y claro su marido no puede con ella, que lo hizo dos veces para tener a sus dos hijos y luego ya nunca más. Aun así dice que la pidió la caja de preservativos y la farmaceútica la dice: "¿Pero no decía usted que no practicaba el sexo?". Y mi amiga la contesta: "Sí, el oral sí. El que no practico es el otro. Como son de sabor mora, me sirven igual...".
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Yo mismo, entré en un Bar a tomarme un café y oigo la siguiente conversación entre dos lolitas-adolescentes: “No veas qué polla tenía Alberto. Es que fue metérmela en la boca y me daban arcadas de lo grande que era.. Camarero, puede traer otra Coca-Cola por favor???? Jo, tía mañana tengo exámen de mates y no me sé nada...".
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Otra vez me pasó que llamo a una amiga y como la oigo jadeante al coger el teléfono la digo: ¿te pillo bien?. Y ella me dice: "Me pillas follando, pero si es algo rápido te atiendo que aún estamos con los preliminares". Y yo la digo: Es que iba a hacer albóndigas hoy y quería saber si tú las haces con miga o sin miga de pan. Y me dice: "Con miga mojada en leche y ahora te dejo que me están empezando un cunilingus y a este no le gusta que hable mientras tanto. Hablamos más tarde, OK?".
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Así que, a mi hablar de sexo con extraños e incluso con mis amigas me resulta de lo mas normal, pero no a todas las mujeres las vá mucho el hablar de ello. Pero sé que a ellas las gustaría ser como las chicas de "Sexo en Nueva York" que hablaban de los penes de sus novios con la mayor naturalidad mientras desayunaban.
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Pero, ¿habla realmente la gente de sexo tan abiertamente como en la serie?, ¿somos o no somos unos reprimidos?, ¿es normal que todo el mundo hable de sexo en todas partes?, ¿hablais de sexo abiertamente y con detalle con vuestras amigas y amigos?. Y los hombres, ¿contamos todo a nuestros amigotes con pelos y señales?.
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Hay maneras y maneras. Maneras didácticas, tertulianas, provocadoras, vulgares... es como lo hables. Lo que si estaría bien es que se acabe este tabú, que solo hace que vendarnos los ojos y desinformarnos. A cualquier chico o chica joven creo que le gustaría poder tratar este tema con gente mayor sin que les mirasen como unos promiscuos. Al fin y al cabo, es como se hable no?. Si tienen 15 años lo hacen con picardia y descaro (sobre todo ellas, en plan "lolitas") pero cuando ya van adquiriendo conocimientos el tema se vuelve serio y mas interesante. La de problemas que me hubiese ahorrado yo mismo en mi juventud si me hubiesen explicado bien!!.
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Hay que tener en cuenta que los hombres hablamos de sexo con mas naturalidad que ellas, de hecho lo llevamos haciendo hace años, pero parece que cuando una mujer lo hace se la ve vulgar?. Por qué en pleno siglo XXI estas ideas machistas de ideas preconcebidas??. Hay que avanzar no retroceder!!. Comentar es una cosa airear otra, tambien a ver a quien se lo cuentas... Que si ellas hablan con una que no se come un rosco, muerta de envidia puede que lo largue!!!!... y vaya papeleta luego el que se entere todo el mundo.
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Lo dicho al principio... el tema del sexo, o más correctamente, de la sexualidad, es aún y pese a que queramos negarlo, un tema tabú en nuestra sociedad. Cierto es que se ha avanzado y se puede decir que hoy en día se puede hablar con una relativa “normalidad”, pero... del dicho al hecho...
La tónica general suele ser proteger a las hijas de las “maldades” del sexo y animar a los hijos a que se liguen a toda hembra que se les cruce por delante... ¿No se darán cuenta que para los hijos de los demás sus hijas se incluyen dentro de ese grupo de hembras?. Se ve que no... Pero es que, vamos a ver, ni una cosa ni la otra. Ni las chicas tienen que hacer oposiciones a monja ni los chicos tienen que tener un amor en cada puerto (o en cada pub, en su defecto).
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Lo primero que deberíamos plantearnos es una buena educación sexual, y no me refiero a “dejar que los niños vayan a las charlas del cole”. Me refiero a una educación desde la base, lo que implica educar no sólo a los niños y jóvenes, sino también a los padres, que son los primeros y principales educadores de sus hijos. Por supuesto, esta educación partirá de la premisa de una mentalidad abierta y tolerante, intentando eliminar mitos, creencias y tabúes que dan una visión negativa de la sexualidad, que es algo natural y positivo siempre y cuando se dé en un marco de respeto. Posiblemente será entonces cuando empiece a cambiar la visión sesgada que aún hoy persiste de la sexualidad.
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Pero, es que hoy en día hablar de sexo es tan normal como hablar del tiempo qué hace o de lo que vamos a comer. Es tan normal tan normal que hace ya tiempo que nuestros usos y costumbres sexuales han salido de la habitación para convertirse en tema de conversación tomando un café, con los compañeros de trabajo, en el súper o incluso cuando ellas se van tranquilamente a depilar.
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Me contaba el otro día una amiga que se fué a depilar y entonces la dice la esteticién o señorita “¿te quito todo el pelo del pubis?". Y la dijo: “No por dios que no creo que pueda sorportar tanto dolor”, y va y la dice ella: “pues te lo deberías quitar todo, como una Nancy, porque a los hombres les gusta todo depilado. Es que así se puede chupar mejor, no nos vamos a engañar ni a andar con rodeos, ¿verdad?".
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Al rato me dice que la espetó: “voy a hacer un curso de sexualidad masculina porque quiero aprender a dar más placer a los hombres, saber qué les gusta en la cama y dárselo". Y la preguntó: "a ver, tú misma ¿sabes cuál es el punto G masculino? ¿a que no?". Y ella la dijo que en el caso de su marido es el estómago, pero no por que le guste que le aprieten el estómago mientras lo hacen, no, es que lo que a él le gusta es comer. Y la señorita la dice: “Pues te equivocas. El punto G masculino es el culo, lo que te digo. Lo que hay que hacer es meterles a los hombres un dedo en el culo cuando están haciendo el amor, aunque digan que no... Porque dicen que no porque tienen miedo a parecer gays pero en el fondo les encanta”. Me dice mi amiga que cuando llegó a casa y le contó a su marido la conversación con la depiladora a él le pareció lo más normal de este mundo y le llamó reprimida por asombrarse.
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Pero es que al día siguiente la sucedió otra cosa y me siguió contando; Resulta que va a la Farmacia y la pregunta la farmaceútica si puede hacerla una pequeña consulta. Y mi amiga dice que si y la otra la pregunta que cada cuánto hace ella el amor. Porque estaban haciendo una encuesta para una marca de preservativos y si le contestaba la regalaba una caja de unos preservativos especiales sabor mora. Y mi amiga la responde que no hace el amor nunca porque tiene cosquillas y claro su marido no puede con ella, que lo hizo dos veces para tener a sus dos hijos y luego ya nunca más. Aun así dice que la pidió la caja de preservativos y la farmaceútica la dice: "¿Pero no decía usted que no practicaba el sexo?". Y mi amiga la contesta: "Sí, el oral sí. El que no practico es el otro. Como son de sabor mora, me sirven igual...".
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Yo mismo, entré en un Bar a tomarme un café y oigo la siguiente conversación entre dos lolitas-adolescentes: “No veas qué polla tenía Alberto. Es que fue metérmela en la boca y me daban arcadas de lo grande que era.. Camarero, puede traer otra Coca-Cola por favor???? Jo, tía mañana tengo exámen de mates y no me sé nada...".
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Otra vez me pasó que llamo a una amiga y como la oigo jadeante al coger el teléfono la digo: ¿te pillo bien?. Y ella me dice: "Me pillas follando, pero si es algo rápido te atiendo que aún estamos con los preliminares". Y yo la digo: Es que iba a hacer albóndigas hoy y quería saber si tú las haces con miga o sin miga de pan. Y me dice: "Con miga mojada en leche y ahora te dejo que me están empezando un cunilingus y a este no le gusta que hable mientras tanto. Hablamos más tarde, OK?".
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Así que, a mi hablar de sexo con extraños e incluso con mis amigas me resulta de lo mas normal, pero no a todas las mujeres las vá mucho el hablar de ello. Pero sé que a ellas las gustaría ser como las chicas de "Sexo en Nueva York" que hablaban de los penes de sus novios con la mayor naturalidad mientras desayunaban.
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Pero, ¿habla realmente la gente de sexo tan abiertamente como en la serie?, ¿somos o no somos unos reprimidos?, ¿es normal que todo el mundo hable de sexo en todas partes?, ¿hablais de sexo abiertamente y con detalle con vuestras amigas y amigos?. Y los hombres, ¿contamos todo a nuestros amigotes con pelos y señales?.
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Hay maneras y maneras. Maneras didácticas, tertulianas, provocadoras, vulgares... es como lo hables. Lo que si estaría bien es que se acabe este tabú, que solo hace que vendarnos los ojos y desinformarnos. A cualquier chico o chica joven creo que le gustaría poder tratar este tema con gente mayor sin que les mirasen como unos promiscuos. Al fin y al cabo, es como se hable no?. Si tienen 15 años lo hacen con picardia y descaro (sobre todo ellas, en plan "lolitas") pero cuando ya van adquiriendo conocimientos el tema se vuelve serio y mas interesante. La de problemas que me hubiese ahorrado yo mismo en mi juventud si me hubiesen explicado bien!!.
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Hay que tener en cuenta que los hombres hablamos de sexo con mas naturalidad que ellas, de hecho lo llevamos haciendo hace años, pero parece que cuando una mujer lo hace se la ve vulgar?. Por qué en pleno siglo XXI estas ideas machistas de ideas preconcebidas??. Hay que avanzar no retroceder!!. Comentar es una cosa airear otra, tambien a ver a quien se lo cuentas... Que si ellas hablan con una que no se come un rosco, muerta de envidia puede que lo largue!!!!... y vaya papeleta luego el que se entere todo el mundo.
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Lo dicho al principio... el tema del sexo, o más correctamente, de la sexualidad, es aún y pese a que queramos negarlo, un tema tabú en nuestra sociedad. Cierto es que se ha avanzado y se puede decir que hoy en día se puede hablar con una relativa “normalidad”, pero... del dicho al hecho...
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